Las Médulas representan un colosal ejemplo de la ingeniería romana. Situadas en el pueblo que lleva su nombre y en la hermosa comarca del Bierzo, Las Médulas son, hasta la fecha, la mayor mina de oro a cielo abierto de todo el imperio romano.
Lo que en apariencia son diversos picachos rojizos en medio de una zona exuberante de vegetación, representan en realidad lo que en su día fuera un frente de explotación romano.
Este entorno fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 1996 y un año más tarde, en 1997, la Unesco lo declaró Patrimonio de la Humanidad. En 2002 recibió el título de Monumento Natural y en 2010 de Espacio Cultural.
La grandiosidad de Las Médulas trasciende el frente de explotación. Para ello hay que entender el método utilizado por los romanos para extraer el oro de la montaña.
El sistema, llamado Ruina Montium, consistía en introducir grandes torrentes de agua por las galerías de la montaña que arrastraban a su paso el preciado mineral junto con lodo y tierra. Todo ello se canalizaba hasta grandes lavaderos donde se separaba el oro.
Para llevar el agua hasta el frente de explotación se realizaron canales romanos desde varios kilómetros de distancia. Los canales se trazaban sobre el terreno, manteniendo una pendiente casi uniforme, y se canaliza el agua hasta embalses ubicados antes de la mina. Se estima la longitud de estos canales en 300 kilómetros.
Desde los embalses se controlaba la suelta del agua a través de compuertas.
Cuando hablamos de Las Médulas hacemos referencia también a ingeniería romana practicada en los canales de agua, los depósitos de agua del frente de explotación y los inmensos lavaderos que se originaron para cribar el oro.
Las Médulas se encuentran próximas a Ponferrada, capital del Bierzo. Al llegar a Carucedo encontraremos un desvío señalizado hacia Las Médulas.
Son puntos de interés visitables las cuevas de La Cuevona y La Encantada, el Mirador de Orellán y su galería y las sendas que nos permiten hacer un recorrido a pie de la montaña.
Se calcula que la explotación de Las Médulas duró unos 250 años y que al año, según relato de Plinio el Viejo, se extraían 20.000 libras de oro. Según el arqueólogo Antonio García Bellido, la tierra removida alcanzaría los 500 millones de metros cúbicos, cifras que no todos los expertos comparten.
Tampoco hay consenso en cuanto al número de personas que pudieron trabajar en Las Médulas. Si bien Plinio habla de 60.000 obreros, actualmente, y basándose en la tierra removida, se calcula que debieron ser entre 10.000 y 20.000 personas.
Visitar Las Médulas bien merece una jornada. Subir hasta el Mirador de Orellán para tener una perspectiva completa de su entorno y luego recorrerla a pie por alguna de sus sendas.